2003, un año de discos “bisagra” y de impacto en el rock argentino

2023-02-27 14:53:26 By : Ms. Leena Wang

La Renga, Babasónicos e Intoxicados, entre otros, propusieron obras brillantes mientras en la sociedad aún ardía la desazón. Las revisamos.

Detonador de sueños, La Renga

La Renga tomó la posta como la banda más convocante del país y en la cresta de la ola presentó Detonador de Sueños en el estadio Mario Alberto Kempes cuando aún se llamaba Chateau Carreras. Este disco significó una reafirmación de la pretensión de La Renga de ir por las multitudes, de tomarlas por asalto. Lo dejó en claro mediante un sonido agresivo y crudo, similar al de las performances de la banda en vivo. En la potente lista de 12 canciones se destaca La razón que te demora, el corte, donde la voz de “Chizzo” Nápoli señala, con rabia y de manera crítica, los males que aquejaban al país y al mundo en el comienzo del nuevo milenio.

Como solista, Pappo tuvo dos grandes impactos en cuanto a ventas y difusión: Blues Local (1992) y Buscando un Amor, que aquí nos ocupa. Este último fue producido por Corcho Rodríguez, quien tenía la idea en enfocar al disperso “Carpo” con una obra de factura internacional. La movida, que se tradujo en una puesta de alta fidelidad exaltada con caños, tenía toda la lógica, ya que había que capitalizar el padrinazgo de BB King. Vale recordarlo, el violero norteamericano había ungido a Pappo como “el” bluesman sudamericano. El corte fue Rock and roll y fiebre, aunque más transversal resultó la balada Juntos a la par, del bajista Yulie Ruth. En ella, Norberto Napolitano confirma dotes de crooner y conmueve.

Máquina de sangre, Los Piojos

Tras pintar un Verde paisaje del infierno en el filo del 2000, Los Piojos actuaron ante 70 mil personas en River. El disco posterior a esa escalada fue proporcional al inabarcable espacio ganado. Acentuó un espíritu más rockero y abrasivo en detrimento del filtraje murguero que en su momento generó el baterista Daniel Buira. Hay ocasiones en las que un crecimiento desmesurado aplana la inspiración. Este no es el caso, ya que muestra a Andrés Ciro Martínez como observador muy preciso. Es genial cómo se refiere en Como Alí al efecto de las pastis en una rave. Tanto, como la forma en que sus compañeros setean un ska infeccioso. Además, de aquí surgieron clásicos como Sudestada y Dientes de cordero.

Los prolegómenos de la crisis de 2001 encontraron a Babasónicos en estado de gracia con Jessico. Y los años posteriores al derrumbe, con la incertidumbre de si podrían aproximarse a semejante mojón. Infame dejó en claro que la inspiración en el turbulento comienzo de siglo no había sido algo extraordinario. Y ratificó el curso avalando eso de que “la música no tiene moral”. Porque aquí hay arrogancia, incorrección, todo lo que está mal en este nuevo paradigma con tufillo a edad media. Hay candor a lo Sandro en Irresponsables, machirulismo desafiante en el rock groovero Y qué, western & roll satanista – narcótico en Sin mi diablo. Y está la balada Putita, cuya publicación resulta inimaginable en tiempo presente.

Aquí, Spinetta consolidó su salida del eje power trío de Los Socios del Desierto. Ya en Los ojos (1999), editado como disco del grupo, había a los remansos y a la propensión a jugar con la electrónica. Y la vuelta a una versión más refinada de Jade (jazz rock canción), se había consolidado en Silver sorgo (2001). En este álbum hubo delicias de cristalería (Halo lunar, Cisne) y el corte fue la baguala bluseada Yo miro tu amor. Y en el meridiano, Luis contrasta pop sublow (A tu amor allí) con otro más expansivo (Agua de la miseria). Es en este último se oye una contundente declaración de principios: “Para qué vivir así/ si ya no tienes fe en tu hermano...”

No es solo rock and roll, Intoxicados

Es una molotov excitante de rock, pop reggae, funk, folk, blues, punk y, por supuesto, de hip hop. Se pone de relieve a la doble H, por cuanto fue en el rap Una vela que Pity avisó que estaba más allá de algo tan mundano y estéril como reclamar el cetro del rock stone. Este disco no sólo lo consagra como compositor transversal (con olfato hitero indisimulable en Está saliendo el sol) sino también como el mejor cronista de conurbano profundo. Además, el disco demuestra una absoluta falta de solemnidad filtrando conversaciones cotidianas (del pedido de una pizza a la advertencia de un escape de gas) y hasta un prólogo que intenta fundamentar el delirante curso de la vida humana.

El riff que destaca al tema que da nombre al disco debería reproducirse en una galería de arte, y en el marco de una exhibición multimedia que tienda a explicar la textura del rock & roll. Pero este disco debe pasar a la historia por otras cuestiones además de este giro maestro. También por una balada como La fuga (que refuerza el carácter aterciopelado de Juanse cuando le toca componer canciones de amor) y estiletazos de reafirmación como La banda de rock & roll. Si bien a fines de los ‘90 se instituyó al líder como farandulero y sin apego a bases proletarias, aquí se desentiende de cuestiones de clase y sacude con No me importa tu dinero. Rock, eso.

Mariela Vitale irrumpió en 2003 con esta apuesta de r&b galáctico, casi en simultáneo al crecimiento sostenido de las panteras del género en Estados Unidos. No había mercado para esa música aquí y la movida de la multinacional que la captó terminó diluyéndose, como así también la prometedora carrera de una cantante excepcional que hoy oficia de coreuta y publica simples cada tanto. Femme se adelantó una época y pagó por semejante arrojo. No obstante, viene bien la perspectiva del tiempo para rescatar este disco, que en tiempos de empoderamiento femenino sería celebrado por su sensualidad y su carácter sedoso. La seguridad de su intérprete es otro aspecto a reivindicar.

Otros títulos: Antihumano, Attaque 77; 12 nuevas patologías, Massacre; Presion, Callejeros.

Hipnótica celebra 10 años de su primer disco, “A la luz”: reversiones y un invitado de lujo

Miembros del Grupo Clarín:

La Voz del Interior. Fundado el 15 de marzo de 1904. LaVoz.com.ar. Lanzada el 21 de septiembre de 1996. Año 24. Edición N° 9656. Registro intelectual 56057581. Domicilio legal: La Voz del Interior 6080 – CP: X5008HKJ – Córdoba, Argentina. Propietario: La Voz del Interior SA. Gerente General: Juan Tillard. Director: Carlos Hugo Jornet. Editor: Carlos Hugo Jornet.

© 1996 - 2023 Todos los derechos reservados. Aviso legal | Política de privacidad – Por consultas comunicate al 0800 555 2869, de lunes a viernes, de 8 a 20